La Habana, 17 jul (Prensa Latina) El reconocido clown mexicano Aziz Gual prestigia con su presencia el octavo Festival Internacional de Payasos, al desbordar maestría en una clase que impartió hoy en la Escuela Nacional de Teatro de La Habana sobre esa disciplina.
Por: Adis Marlen Morera
Periodista de la redacción de Cultura
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el creador consideró que el clown es el lenguaje del corazón y ello se percibió al impregnarle fuerza y emoción a cada enseñanza del taller De la risa y la caricia.
Así lo tituló, pues el trabajo transita en el frágil hilo de la comedia a la tragedia, de la verdad a la ficción, pero sobre todo con la mirada verdadera del artista en la escena, explicó.
Fue su primera clase en el marco del evento, que se celebra hasta el 21 de julio próximo en la capital cubana y en la oriental provincia de Granma, con homenajes a los 25 años de la compañía de clown Teatro Tuyo y a México como país invitado de honor.
Gual elogió el fragmento de un espectáculo de Teatro Tuyo, »percibí el trabajo de los jóvenes, muy interesante y bien hecho, será enriquecedor tener la perspectiva de un payaso internacional que no tiene fronteras, y ojalá cada año venga un maestro de esos, de una dimensión planetaria», precisó.
Para él no hay una forma de ser clown, sino muchas, y esas muchas se sustentan en descubrir la esencia individual de cada intérprete.
Su talento en escena le ha permitido viajar a infinidad de ciudades y entender más al ser humano que a las culturas en sí mismas, añadió, una fortuna heredada de esa expresión que abraza desde el silencio y hace vibrar a multitudes.
Algo nos une y es el lenguaje del humor, de la fragilidad humana, consideró el intérprete, cuya pasión por el acto de hacer reír lo motivó a dirigir más de 20 espectáculos de creación propia: De risa en Risa, Huraclown, Humor en Cubos, Epitafios Cómicos, Travesías y Odiseas de un payaso en la mar, entre otros.
El clown, explicó, pretende convertirse en una conexión de lo humano y lo sublime a través de la risa y las emociones, no se logra en un año ni en una graduación, se forma con el paso del tiempo; a medida que comprendemos la vida, entendemos nuestro propio discurso.
A diferencia del teatro, evita la distancia entre el espectador y el artista en escena, cuando este se dispone a representar al ser humano y su realidad, significó.
Es un gran personaje que representa lo vivido y va mucho más allá de las fronteras porque habla de lo profundamente humano. »Estar aquí es conectarme con eso», aseveró.
Para este artista, Cuba es el país de la esperanza porque nutre el corazón, el espíritu y el pensamiento, pues a pesar de las dificultades siempre va un paso adelante, al cultivar el ser y no el tener, »y cultivar el ser es inspirador para cualquiera, es reencontrarse con el verdadero valor de existir», añadió.
Estoy muy contento y agradecido porque siento y sentimos en México un gran respeto y orgullo por el pueblo cubano como identidad de América Latina, aseveró quien no necesita palabras para llegar al alma y arrancar una sonrisa a través del lenguaje del corazón.